La renovación de lo perdido

SOLEMNE 1

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN URBANA

LA RENOVACIÓN DE LO PERDIDO

Por Margarita Carrasco Vallejos

     Está claro que las ciudades están hechas para los que vivimos en ella, pero entonces ¿por qué se toman decisiones y se construye sin preguntar lo que realmente queremos y necesitamos? Todos los días se ven nuevo proyectos, casas, parques, edificios, centros comerciales, etc. apareciendo en todo el territorio para satisfacer las “necesidades” de los ciudadanos, que nacen a partir de un exhaustivo análisis del lugar, pero lamentablemente la mayoría, a la hora de diseñar, no se cuestiona que es lo que la gente realmente necesita. Es ahí donde las problemáticas del lugar aparecen. Uno de los desafíos de hacer ciudad en la era urbana es el involucramiento de los ciudadanos en la toma de decisiones. Por eso debemos, a la hora de diseñar, siempre empezar desde las bases, desde la comunidad, las personas son el factor principal a la hora del diseño, ¿qué es lo que la comunidad necesita? Se deben dar soluciones centradas en los problemas ciudadanos.

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La remodelación San Borja, un conjunto habitacional diseñado para combatir el déficit habitacional, fue la promesa de una “mejor vida para la clase media”. Donde se publicitaba con vida común en el exterior, áreas verdes, personas jugando. Se mostraba como un área recreacional.

Conjunto que responde a los puntos de la arquitectura moderna como la zonificación de usos, los volúmenes aislados, el asoleamiento y ventilación, la separación de tránsitos, con un primer nivel público con locales comerciales, un nivel intermedio de pasarelas que conectan a los distintos edificios del conjunto y un nivel subterráneo de estacionamientos para no ensuciar el primer nivel.

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FUENTE:https://www.facebook.com/#/

PasarelasVerdes?ref=ts&fref=ts

             Esta propuesta originó distintas problemáticas tanto para la comunidad que habitaba en las torres como para los vecinos del barrio. Aparece una disputa del espacio público-privado que se transformó en “espacio de nadie”. Además aumentó la delincuencia e inseguridad, por la desconexión visual entre los distintos niveles de flujos. El proyecto está descontextualizado a la realidad del lugar. No hay una adaptación al lugar local ya que se implementó en su totalidad desde cero.  Hay un mal funcionamiento de las pasarelas en desuso y deterioro. A nivel de piso carece de programas que aporten protección y vigilancia en la noche.

Para mejorar esto, ocho estudiantes de arquitectura de la Universidad de Chile proponen el proyecto “Pasarelas Verdes de San Borja”, con el cual ganan el concurso a nivel de universidad “Premio Azul”.  Un proyecto que busca recuperar el espacio en altura de las pasarelas que se encuentran en desuso y abandono. Se propone realizar en las pasarelas que unen las torres 3, 4, 5 y 6.

De este proyecto se pueden rescatar varios puntos positivos de estrategias de intervención bottom-up:

-Destaca desde el concepto del urbanismo táctico, un urbanismo que se piensa y despliega a pequeña escala y a nivel de calle. La ciudad construida paso a paso, cuadra por cuadra: más que como sistema ordenado, racional y controlado, el espacio que se construye a través de pequeños encuentros, acciones y colisiones entre necesidades, intereses y deseos. El urbanismo táctico lo conduce la ciudadanía, creando nuevos espacios públicos a través de su involucramiento activo y por lo general espontáneo. Esta forma de hacer ciudad no requiere necesariamente de expertos urbanistas, sino al contrario, se construye a partir de grupos de personas empoderadas, es decir, un urbanismo ciudadano.

El diseño del proyecto de las pasarelas se evaluó desde sus inicios con los habitantes de las  torres, a partir de encuestas que se les hicieron, donde se vió reflejado realmente el valor que tenían las pasarelas para los que vivían ahí y sus posibles potenciales de uso. Los intereses y las necesidades reales de los vecinos fueron recibidas y adaptadas al proyecto para crear lo que la comunidad realmente quería. 

Propone generar un trabajo comunitario y diseño participativo con los vecinos para lograr lo que ellos quieren y necesitan y así asegurar el cuidado y mantención de las pasarelas. Se disponen áreas de huertos comunitarios, áreas de descanso, un café literario, entre otros. Los vecinos son el principal motor de este proyecto, donde ellos mismos protagonizan el cambio de estas pasarelas, ayudando a limpiar, diseñar, plantar. 

-También aparece el concepto de participación de los nuevos medios que es fundamental. La cultura digital revoluciona la sociedad y asi mismo las ciudades. A través de las redes sociales, se difunde, no solo a nivel barrial, sino a nivel ciudad, las distintas actividades que se realizaron y se realizaran en las pasarelas. Las personas se enteran de las distintas actividades a realizar por medio de los flyers y comunicados que da la organización a través de  su pagina de Facebook. Así, donde al principio solo participaban los vecinos, fue aumentando el número de asistentes a las jornadas de limpieza, de jardinería y de música. Se produjo una “comunidad Pasarelas Verdes”, personas que están 100% interesadas en la recuperación de estas, gracias a la difusión por los nuevos medios de comunicación.

Este proyecto ha tenido una gran aceptación y aprobación, gracias a su compromiso y comunicación con la comunidad gracias al empoderamiento del espacio. La participación activa de los vecinos ha hecho que este proyecto pueda funcionar ya que sin ellos las pasarelas solo serían un área común abandonada, como muchas otras que ya hay.

Esta, y otras propuestas, son gran ejemplo del valor e importancia que debemos otorgarle a lo que queremos. Una enseñanza para el futuro que debe valorar el lugar donde habita.

Por esto se debe reconocer el valor de las acciones informales en el espacio público y encausarlo en forma de políticas públicas urbanas inclusivas de largo plazo.

Así fomentar una ciudadanía activa, transformando a los ciudadanos en agentes de cambio. Una noción del individuo como el centro gravitante de la justicia, donde la persona es y debe sentirse capaz de mejorar, por muy pequeño que sea, la forma, el entorno y el ambiente en el que vive. No debemos esperar a que las autoridades tengan una solución a nuestros problemas. Si de verdad queremos mejorar nuestra calidad de vida, debemos unirnos y, de manera colectiva, generar un cambio, que nos favorezca tanto a nosotros, como a las generaciones futuras.

ANTES

DESPUES

FUENTE: https://www.facebook.com/#/PasarelasVerdes?ref=ts&fref=ts