miércoles, 2 de septiembre de 2015

Diseñando el arraigo ciudadano


           Estrategias de intervención urbana a nivel local |FAAD | Catalina Lepe Urzúa

DISEÑANDO EL ARRAIGO CIUDADANO

                Al entender el espacio físico como una plataforma de intercambio material es posible referirnos a que la causa de todos los fenómenos que ocurren en él son consecuencia de nosotros los ciudadanos. La ciudad es un organismo vivo, lleno de interacciones sociales y en constante cambio por lo que su confección no está resuelta debido a la incertidumbre que entrega el futuro, por lo tanto pronosticar los verdaderos efectos que tendrá es casi imposible.
                La ciudad por ende se nos muestra como un sistema abierto, pero a su vez el urbanismo moderno ha generado una incipiente ciudad frágil, que es dominada por el control, incapaz de imaginar una ciudad más participativa, densa y diversa, según Richard Sennett "(...) lo que falta en el urbanismo moderno es el sentido del tiempo; no el de la retrospección nostálgica sino el tiempo con miras al futuro, la ciudad entendida como proceso (...)" (Sennett, p.26). La actual condición de ciudad cerrada supone una serie de trabas para generar espacios urbanos de participación, bajo esta mirada Sennett señala que el mayor problema que enfrentan hoy las ciudades participativas es cómo crear familiaridad entre extraños, lo que nos lleva a pensar que la familiaridad o pertenencia a un espacio se define por el grado de vinculo que se tiene hacia él, siendo muchas veces factores que nos arraigan física o visualmente, del cual somos nosotros mismos los encargados de completar con el fin de sentirnos parte del sistema abierto, es decir, la ciudad. Con respecto a lo anterior y según el postulado de Sennet cabe preguntarse ¿Es posible diseñar el arraigo? y de ser así ¿cómo se puede fortalecer la memoria y participación ciudadana con el espacio urbano?
                De la misma manera Henri Lefebvre expresa "El Espacio es un producto social" ,hecho que nos hace pensar en la movilidad e inestabilidad que tiene la ciudad, en cuanto a las diversas interacciones sociales presentes en el medio, capaces de definir el binomio uso/espacio. Bajo esta premisa de generar espacio por medio de personas es posible reconocer un ejemplo nacional denominado "Ciudad Emergente" que por medio de tácticas urbanas como la "okuplaza" se encarga de la recuperación medio ambiental participativa a partir de acciones de urbanismo táctico para transformar vertederos ilegales y áreas urbanas subutilizadas en espacios que aparecen cuando existe participación ciudadana.
                Sin dudas el urbanismo táctico en este tipo de intervenciones generadoras de espacios urbanos, explora con mayores facilidades el arraigo de las personas por medio de estrategias que requieren poco presupuesto y casi nula acción burocrática, por lo que su implementación radica en éxitos a corto plazo, sin excluir por supuesto la visión a largo plazo que produce no sólo en el territorio sino que también en hacer partícipe al ciudadano en su medio. Entre los ejemplos más destacados de Okuplaza se encuentra el caso de la "Okuplaza Rene Schneider" realizada en Antofagasta, que tuvo como finalidad promover la asociatividad entre dos barrios a modo de que tuvieran una visión más interterritorial. La estrategia fue rehabilitar un espacio residual dentro de la población que reunía oportunidades para ser un espacio público de paso y permanencia.
                El hecho que el espacio estuviera "entre" barrios induce a la creación de relaciones sociales perdurables, y en alguna medida es posible vincularla al primero de los tres elementos que sostiene Sennett para la conformación de la ciudad abierta; los territorios de pasaje. "Quisiera describir con cierto detalle la experiencia de atravesar diferentes territorios de una ciudad, no sólo porque ese acto nos hace conocer la ciudad como un todo, sino también por las dificultades que tienen planificadores y arquitectos para diseñar la experiencia del pasaje de un lugar a otro" (Sennett, p.29), dicha declaración nos pone de manifiesto cierta condición porosa del territorio, cuando existe un sistema abierto el espacio se vuelve democrático territorialmente lo que se traduce fielmente en la participación ciudadana. Con lo anterior es posible diagnosticar que los dos barrios por separado se vuelven formas incompletas, y su valor urbano en términos participativos recae en la relación entre ambos para generar espacio.
                De la misma forma la iniciativa de Dream Hamar, propone un diseño participativo creando redes de actores para el rediseño de la plaza Stortorgetde Hamar, Noruega. Al igual que en el ejemplo anterior se toma como premisa principal la participación social, en donde no se pretende entregar un resultado a la comunidad, sino que sean ellos los encargados de crear un espacio con el fin de apropiarse del espacio público. La estrategia implementada alude entonces al reconocimiento de las deficiencias del sector a intervenir por medio del análisis interdisciplinar de arquitectos, diseñadores, sociólogos, entre otros que logran obtener un diseño preliminar creando tres atmosferas urbanas que responden a la puesta en valor de la conectividad local, incorporación de infraestructura, ya sea árboles, bancas o sistemas de iluminación, para así promover un espacio público creativo destinado a la comunicación entre vecinos.
                Según Jurgen Habermas (1962/1989) el término espacio público tal y como lo conocemos carece de formalismos hacia la participación, dado a que éste solo representa la plataforma física del espacio, como si de una escenografía se tratase, en consecuencia añade el término de esfera pública para referirse al acto de participación y comunicación en el espacio público. Bajo esta perspectiva lo que el autor intenta demostrar es que estos dos términos (espacio público y esfera pública) deberían poseer un vínculo inquebrantable para que se produzca con éxito el habitar el espacio urbano, y con esto generar espacios a causa de acciones interpersonales, tal y como lo expresa Dream Hamar.
                Al reconocer la ciudad como la composición entre espacios públicos y privados, o construidos y no construidos nos pone en tela de juicio descifrar el problema de constituir un espacio público per se, es decir, que no sea un espacio resultante, sino que vinculante. Para tal efecto actualmente se han llevado a cabo variadas estrategias urbanas de urbanismo táctico como las antes mencionadas que intentan revertir estos espacios sin vocación, y transformarlos en una extensión no sólo de la ciudad sino que también de la ciudadanía, con el fin de estrechar relaciones y generar comunidad en torno a la participación ciudadana. El arraigo entonces es posible construirlo en tanto se busque la legibilidad y significado a nuestro ambiente, para así ser partícipe del cambio en la ciudad.





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