“Soy ciudadana porque voto”
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN URBANA
PRUEBA SOLEMNE I
por: Evelyn Soto
¿Qué es la Ciudad? La ciudad como definición es “Conjunto de
edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y
numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas”. Esto es la
definición de ciudad según la Real Academia Española. Pero la verdad es que esa
definición queda bastante corta, no es ni la mitad del significado de lo que
realmente significa la palabra “Ciudad”. Debo aclarar que la idea de este
ensayo no es llegar a la definición exacta de lo que significa ciudad, sino
establecer un panorama de conciencia de una parte de lo que significa la ciudad
y ser parte de una ciudanía.
La ciudad no es solo un escenario pasivo como lo indica la
definición del RAE, donde prácticamente se habla de un lugar y se superponen
edificios y personas. En la realidad la ciudad es un escenario dinámico, es un
territorio, con un contexto geográfico, con un clima determinado, con valores
históricos, patrimoniales, económico, culturales, y donde habitan personas que se
desarrollan, se desplazan, aumentan en número, aportan al crecimiento físico y
lo complejizan e integran una sociedad,
la que llamamos ciudadanía. La idea de ser parte de este territorio es vivir en “mejores condiciones”, se supone que
la ciudad es el habitad mejor establecido para desarrollarse políticamente,
profesionalmente, educacionalmente y socialmente. Sin embargo en la realidad,
la ciudad dejó de lado la conciencia de ser un espacio heterogéneo con roles
diversos y recreacionales y poco a poco llegó a ser un ente feudal que va
colonizando los espacios verdes y públicos necesarios para el desarrollo de
cada individuo. Se nos olvidó que somos peatones y el automóvil llegó a ser el
rey de la ciudad, 20 minutos a pie se convirtieron en 60 minutos en transporte
público debido a que una carretera cortó la trama urbana. Una muy mala huella
vehicular, funcionales sí, pero no apta para la cohesión social. Una de las
cicatrices vehiculares es el uso de grandes paños de concreto, para ser usados
como estacionamiento. Que lamentablemente el único aporte que tiene es entregar
un lugar para dejar el auto. Entonces
cuando quedan paños residuales dentro de la ciudad, es muy probable que se
conviertan en estacionamientos. Y son estos mismos espacios los que se pueden
convertir en interesantes proyectos de transformación urbana. Es así como
escuchamos cada vez más de las guerrillas urbanas, organizaciones ciudadanas
activas y del concepto de placemaking, con proyectos diseñados por las mismas
personas que le van a dar uso. Uno de estos casos es el caso de
Prinzessinnengärten (Jardín de las Princesas), en el barrio Kreuzberg de
Berlín, a partir de la iniciativa de dos amigos que alquilan a la ciudad un
terreno para construir un jardín urbano desde y para la comunidad local. El
escenario fue un terreno de 6000 m2 abandonado por casi medio siglo, pero con
gran potencial por la intensa afluencia de tráfico y en un sector que escasean
las áreas verdes. Inspirados en el éxito de las granjas comunitarias en Cuba,
este grupo de emprendedores urbanos sacaron sus jardines al espacio público,
sin una imagen preconcebida de lo que sería y sin un masterplan al que seguir. Sus
emprendedores generaron un espacio de aprendizaje y capacitación en torno a los
huertos urbanos para difundir los principales aspectos de la biodiversidad
local. Al mismo tiempo, han construido atractivos como un café-bar donde
preparan platos con ingredientes que provienen del mismo jardín, ayudando a
solventar algunos gastos en que incurren. Los alimentos no recorren así grandes
distancias para llegar al plato y la cadena producción-consumo es nula. Lo
interesante también es que este proyecto usa pallets, bolsas, botellas, etc.
Elementos que para muchos es basura, ellos lo ocupan para desarrollar el
huerto. La comunidad se hizo parte de este proyecto, ya no es un espacio
residual, es un espacio de uso y recreación pública.
Otro proyecto interesante y que también quiero destacar es
BASURAMA, proyecto que se encarga según sus propios autores de “recuperar el valor
de espacios urbanos que han perdido su uso inicial y, por tanto, están
degradados” haciendo uso también de elementos reciclados, a lo que otros le
llaman basura, ellos le dicen una segunda oportunidad. La idea es generar un
nuevo uso en espacios residuales con elementos reciclados, cambiando la imagen
y los recuerdos que las personas tienen de un lugar. Esto me recuerda muchísimo a la imaginación
de los niños, ellos son capaces de descubrir e imaginar todo un mundo de
situaciones en espacios vacíos, son ellos los que hacen uso de las calles,
pasajes, plazas, parques, escaleras, etc. Y los llenan de colores, de hecho son
ellos los que le otorgan el dinamismo a los barrios, cuando un barrio envejece,
se nota, de hecho las calles se vuelven más vacías e inseguras, cuando no hay
niños en las calles, no hay adultos vigilando, por ende el ciclo de vida de las
calles se hace más corto durante el día. Y ambos proyectos, tanto Prinzessinnengärten,
como Basurama, buscan eso, darle dinamismo a los espacios que en su momento
dejaron de otorgarle un valor a la comunidad, y si no existen tales cosas en un
barrio, no hay puntos de interés en las nuevas familias formadas a establecerse
en estos barrios, lo que por consecuencia traerá consigo un barrio envejecido,
sin renovación de habitantes.
“Somos los ciudadanos y ciudadanas
quienes con nuestros comportamientos producimos la ciudad y los elementos que
en determinadas circunstancias la hacen digna, liberadora, disfrutable (…) lo
urbano es un insumo de ciudad que hay que materializar a través de ejercicio de
democracia, la política, la participación y la ciudadanía” Políticas de Ciudad: planear la ciudad para reivindicar la dimensión
humana. Correa Montoya, Lucas.
La ciudad no es el territorio, el
territorio solo es el escenario, la ciudad y su movimiento depende de cada
ciudadano, ser ciudadano no es solo tener el derecho de votar por un
representante político, el verdadero ciudadano es aquel que se hace cargo del
lugar en el que habita, es aquel que alza la voz y da su opinión y se mueve por
establecer un habitad mejor para su familia y comunidad. Ciudadano, es aquel
que se mueve y exige calidad de vida. Exige su espacio recreacional, su espacio
público, promoviendo la cohesión social, y el establecimiento de una comunidad
que se relaciona y protege.
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