Estrategias de intervención urbana a
nivel local |FAAD | Catalina Lepe Urzúa
DISEÑANDO EL ARRAIGO CIUDADANO
Al
entender el espacio físico como una plataforma de intercambio material es
posible referirnos a que la causa de todos los fenómenos que ocurren en él son consecuencia
de nosotros los ciudadanos. La ciudad es un organismo vivo, lleno de
interacciones sociales y en constante cambio por lo que su confección no está
resuelta debido a la incertidumbre que entrega el futuro, por lo tanto
pronosticar los verdaderos efectos que tendrá es casi imposible.
La
ciudad por ende se nos muestra como un sistema abierto, pero a su vez el
urbanismo moderno ha generado una incipiente ciudad frágil, que es dominada por
el control, incapaz de imaginar una ciudad más participativa, densa y diversa, según
Richard Sennett "(...) lo que falta
en el urbanismo moderno es el sentido del tiempo; no el de la retrospección
nostálgica sino el tiempo con miras al futuro, la ciudad entendida como proceso
(...)" (Sennett, p.26). La actual condición de ciudad cerrada supone
una serie de trabas para generar espacios urbanos de participación, bajo esta
mirada Sennett señala que el mayor problema que enfrentan hoy las ciudades
participativas es cómo crear familiaridad entre extraños, lo que nos lleva a
pensar que la familiaridad o pertenencia a un espacio se define por el grado de
vinculo que se tiene hacia él, siendo muchas veces factores que nos arraigan física
o visualmente, del cual somos nosotros mismos los encargados de completar con
el fin de sentirnos parte del sistema abierto, es decir, la ciudad. Con
respecto a lo anterior y según el postulado de Sennet cabe preguntarse ¿Es
posible diseñar el arraigo? y de ser así ¿cómo se puede fortalecer la memoria y
participación ciudadana con el espacio urbano?
De
la misma manera Henri Lefebvre expresa "El Espacio es un producto
social" ,hecho que nos hace pensar en la movilidad e inestabilidad que
tiene la ciudad, en cuanto a las diversas interacciones sociales presentes en
el medio, capaces de definir el binomio uso/espacio. Bajo esta premisa de
generar espacio por medio de personas es posible reconocer un ejemplo nacional
denominado "Ciudad Emergente" que por medio de tácticas urbanas como
la "okuplaza" se encarga de la recuperación medio ambiental
participativa a partir de acciones de urbanismo táctico para transformar
vertederos ilegales y áreas urbanas subutilizadas en espacios que aparecen cuando existe participación ciudadana.
Sin
dudas el urbanismo táctico en este tipo de intervenciones generadoras de
espacios urbanos, explora con mayores facilidades el arraigo de las personas
por medio de estrategias que requieren poco presupuesto y casi nula acción
burocrática, por lo que su implementación radica en éxitos a corto plazo, sin
excluir por supuesto la visión a largo plazo que produce no sólo en el
territorio sino que también en hacer partícipe al ciudadano en su medio. Entre
los ejemplos más destacados de Okuplaza se encuentra el caso de la
"Okuplaza Rene Schneider" realizada en Antofagasta, que tuvo como
finalidad promover la asociatividad entre dos barrios a modo de que tuvieran
una visión más interterritorial. La estrategia fue rehabilitar un espacio
residual dentro de la población que reunía oportunidades para ser un espacio
público de paso y permanencia.
El
hecho que el espacio estuviera "entre" barrios induce a la creación
de relaciones sociales perdurables, y en alguna medida es posible vincularla al
primero de los tres elementos que sostiene Sennett para la conformación de la
ciudad abierta; los territorios de pasaje. "Quisiera
describir con cierto detalle la experiencia de atravesar diferentes territorios
de una ciudad, no sólo porque ese acto nos hace conocer la ciudad como un todo,
sino también por las dificultades que tienen planificadores y arquitectos para
diseñar la experiencia del pasaje de un lugar a otro" (Sennett, p.29),
dicha declaración nos pone de manifiesto cierta condición porosa del
territorio, cuando existe un sistema abierto el espacio se vuelve democrático
territorialmente lo que se traduce fielmente en la participación ciudadana. Con
lo anterior es posible diagnosticar que los dos barrios por separado se vuelven
formas incompletas, y su valor urbano en términos participativos recae en la
relación entre ambos para generar espacio.
De
la misma forma la iniciativa de Dream Hamar, propone un diseño participativo
creando redes de actores para el rediseño de la plaza Stortorgetde Hamar,
Noruega. Al igual que en el ejemplo anterior se toma como premisa principal la
participación social, en donde no se pretende entregar un resultado a la
comunidad, sino que sean ellos los encargados de crear un espacio con el fin de
apropiarse del espacio público. La estrategia implementada alude entonces al
reconocimiento de las deficiencias del sector a intervenir por medio del
análisis interdisciplinar de arquitectos, diseñadores, sociólogos, entre otros
que logran obtener un diseño preliminar creando tres atmosferas urbanas que
responden a la puesta en valor de la conectividad local, incorporación de
infraestructura, ya sea árboles, bancas o sistemas de iluminación, para así
promover un espacio público creativo destinado a la comunicación entre vecinos.
Según
Jurgen Habermas (1962/1989) el término espacio público tal y como lo conocemos
carece de formalismos hacia la participación, dado a que éste solo representa
la plataforma física del espacio, como si de una escenografía se tratase, en
consecuencia añade el término de esfera pública para referirse al acto de
participación y comunicación en el espacio público. Bajo esta perspectiva lo
que el autor intenta demostrar es que estos dos términos (espacio público y
esfera pública) deberían poseer un vínculo inquebrantable para que se produzca
con éxito el habitar el espacio urbano, y con esto generar espacios a causa de acciones interpersonales, tal y como lo expresa
Dream Hamar.
Al
reconocer la ciudad como la composición entre espacios públicos y privados, o
construidos y no construidos nos pone en tela de juicio descifrar el problema
de constituir un espacio público per se, es
decir, que no sea un espacio resultante, sino que vinculante. Para tal efecto
actualmente se han llevado a cabo variadas estrategias urbanas de urbanismo
táctico como las antes mencionadas que intentan revertir estos espacios sin
vocación, y transformarlos en una extensión no sólo de la ciudad sino que también
de la ciudadanía, con el fin de estrechar relaciones y generar comunidad en
torno a la participación ciudadana. El arraigo entonces es posible construirlo
en tanto se busque la legibilidad y significado a nuestro ambiente, para así
ser partícipe del cambio en la ciudad.
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